tag:blogger.com,1999:blog-25384560646413471612024-03-13T12:28:49.207-07:00contraofensivaMaria almeydahttp://www.blogger.com/profile/02517001411868661230noreply@blogger.comBlogger137125tag:blogger.com,1999:blog-2538456064641347161.post-32511207653416557542011-04-29T07:03:00.000-07:002011-04-29T07:03:34.981-07:00Pertenecer es vivir. (Clarice Lispector)“Pertenecer es vivir”. Clarice Lispector<br />
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“Casi logro visualizarme en la cuna, casi logro reproducir en mí la vaga y no obstante apremiante sensación de necesitar pertenecer. Por motivos que ni mi madre ni mi padre podían controlar, yo nací y resulté tan solo nacida.<br />
Sin embargo fui preparada para ser dada a luz de un modo muy bonito. Mi madre estaba ya enferma y, por una superstición muy difundida, se creía que tener un hijo curaba a una mujer de su enfermedad. Entonces fui deliberadamente creada: con amor y esperanza. Sólo que no curé a mi madre. Y siento hasta el día de hoy esa carga de culpa: me hicieron para una misión determinada y fallé. Como si contasen conmigo en las trincheras de una guerra y yo hubiese desertado. Sé que mis padres me perdonaron por haber nacido en vano y haberlos traicionado en la esperanza. Pero yo, yo no me perdono. Querría que simplemente se hubiera cumplido el milagro: nacer y curar a mi madre. (…)<br />
La vida me hizo de vez en cuando pertenecer, como para darme la medida de lo que pierdo al no pertenecer. Y entonces lo supe: Pertenecer es vivir.”<br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiAffRF6mb7U2AmS2DaOpFBUcxt5M4Kk4Suf-eOczIn2NL12gqt3VMFzBquT0BR0vHHBJaYWZzizEsJ-qAsbQnfx9qgp56QKfGJAaQLckc6pyYENT61J9CsH0LXvg2fCiNBJziTshLxDKg/s1600/FILE0324.JPG" imageanchor="1" style="margin-left:1em; margin-right:1em"><img border="0" height="300" width="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiAffRF6mb7U2AmS2DaOpFBUcxt5M4Kk4Suf-eOczIn2NL12gqt3VMFzBquT0BR0vHHBJaYWZzizEsJ-qAsbQnfx9qgp56QKfGJAaQLckc6pyYENT61J9CsH0LXvg2fCiNBJziTshLxDKg/s400/FILE0324.JPG" /></a></div><br />
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No hace falta que diga que amo a Clarice Lispector. Desde la primera palabra que escribe hasta su última gota de tinta es paladeable. Pero en este pequeño texto, perteneciente a un cuaderno de notas que no completó, expresa con pocas palabras un sentimiento muy generalizado entre las mujeres y sobre todo entre las que son de mi generación.<br />
Ella se siente triste o culpable o ambas cosas a la vez, por no haber podido salvar a su madre de la enfermedad que al final le daría la muerte. Y al hilo de sus palabras me pregunto cuántas mujeres de mi generación hemos sentido lo mismo ante la expectativa de futuro que nuestras madres estaban diseñando para nosotras, para ellas mismas, pensando en su futuro, en su propio presente? No era la salvación de sus vidas ni la solución de nuestro “porvenir”. Era la curación de sus mediocres tic impertinentes. Saltar las medianías y pasar a la acera de enfrente, donde estaba la realización de sueños que no cabían en sus propias mochilas. Donde estaba la superación de sus propias vidas idealizadas en nuestras mentes, nuestros cuerpos, nuestras diferencias.<br />
Hago esta lectura tal vez interesada y análisis egoísta del tema. Donde está la vida de la hija, creada y diseñada para evitar en lo posible la muerte física de la madre, pongo que lo que la hija viene a salvar es la propia capacidad intelectual de la madre, su sueño de independencia y libertad, su ansia por querer escapar del círculo que la oprime. Y siento que si la hija no fue capaz de salvar a la madre de aquéllas penurias, realmente el nacimiento de la prole no ha servido de nada o de bien poco. Y lamento profundamente que al día de hoy muchas hijas e hijos han nacido, han crecido, se han casado y multiplicado la especie, mientras sus madres han seguido muriendo nada más darles la vida.<br />
No física. Intelectualmente. Las madres de estos hijos viven, pero no pertenecen.Maria almeydahttp://www.blogger.com/profile/02517001411868661230noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2538456064641347161.post-44781704128155909462011-04-24T03:52:00.001-07:002011-04-24T03:52:41.406-07:00La Mirada Verde y Triste de Sotiel<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiu6Bm56RheDRQi9eOPpZtdQfhx1qnRB6CigugXn2HWcaQNKKeaRLyx8ya4505l5zy0z80sJGPz7xgSORfAf0KCnala_Sv1Bi0JJRPiajc-XiKvPVYNHv8GB7_4VlhaMm3j0CeGeVj6ZmE/s1600/FILE0117.JPG" imageanchor="1" style="clear:right; float:right; margin-left:1em; margin-bottom:1em"><img border="0" height="300" width="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiu6Bm56RheDRQi9eOPpZtdQfhx1qnRB6CigugXn2HWcaQNKKeaRLyx8ya4505l5zy0z80sJGPz7xgSORfAf0KCnala_Sv1Bi0JJRPiajc-XiKvPVYNHv8GB7_4VlhaMm3j0CeGeVj6ZmE/s400/FILE0117.JPG" /></a></div><br />
Sotiel tiene la mirada verde y los ojos tristes. Y se sigue asombrando del silencio y sigue recibiendo a los que vuelven de sus pequeños éxodos forzados o fortuitos con un recogimiento de altar y un amor de precioso tesoro.<br />
Estábamos allí algunos de los que viviendo cerca nos alejamos demasiado en un tiempo de esperas dilatadas carentes de justificación. Y otros que estando lejos, a muchos kilómetros de distancia, aprovechan el vuelo de un suspiro para perderse de nuevo en sus silencios, recuperar visiones, verdores, inquietudes de tierra, roces de cuerpos con los que alguna vez nos quisimos enredar o a los que quizás quisimos parecernos.<br />
Sotiel, como una buena tierra, excelente y sensible, no nos rechaza a nadie. Nos sigue amando aunque a veces le duela nuestra distancia, el despego injustificable que no admite excusas.<br />
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<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<Maria almeydahttp://www.blogger.com/profile/02517001411868661230noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2538456064641347161.post-69979941018312879102011-02-20T04:01:00.000-08:002011-02-20T04:05:14.757-08:00REALIDAD INVERTIDA<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh8gUjvB4xLHlaEhOTwqMjFzJZ6yzNxMY8W4ADfBt1vehfJ_hkxRmxFcdsUg69y9ORrep-Zn8DT-YQ1uiMcZXCJ4d-4cmoawojtBjYG5fzl-cztSjx-pyxepCvsd8q7KZ-vr1EpLut1OM0/s1600/cometa+8.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 269px; height: 187px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh8gUjvB4xLHlaEhOTwqMjFzJZ6yzNxMY8W4ADfBt1vehfJ_hkxRmxFcdsUg69y9ORrep-Zn8DT-YQ1uiMcZXCJ4d-4cmoawojtBjYG5fzl-cztSjx-pyxepCvsd8q7KZ-vr1EpLut1OM0/s400/cometa+8.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5575741606923592994" /></a><br />Hubo una eclosión inesperada. Nada hacía prever aquel estallido impresionante. Apenas unos segundos de pavor y el descontrol inicial fue cortado de raíz por un final precipitado. Los falsos profetas llevaban años pronosticando el fin del mundo, pero aquello no fue el final que los más derrotistas y agoreros podían haber imaginado. No nos dio tiempo ni para arrepentirnos de nuestros pecados. <br />La tierra se hundió bajo nuestros pies, desaparecieron las montañas, la tierra se tragó a sí misma con una avidez desesperada. Los árboles, los animales, la gente, el mundo entero se había dado la vuelta engulléndose hacia dentro y todo desapareció de la vista de nadie. Ya nadie podía ver que nada sucedía desde aquél momento, en aquel mundo. No fue morir ni desaparecer ni fue nacer a una vida distinta en el lugar que ocupaba la otra. No fue alternar los estados, ni ver la tierra ocupada por agua, ni los desiertos convertidos en catedrales gigantescas de montañas sombrías. No fue asistir al paso huracanado de un vendaval donde antes acariciaba la brisa. No fue descubrir el negro intenso de la noche, ni dejar de ver los astros y los planetas y el firmamento entero allí cuajado de todos sus mundos, sus círculos, sus agujeros, su terrible futuro. Era verlo todo allí mientras que el mundo que era el nuestro, la tierra que pisaba unos momentos antes, los amigos con los que hablaba, las sombras que se depositaban a nuestros pies, el kiosco de la esquina, las iglesias, los comercios, los coches, todo, había desaparecido.<br />No había sensación de soledad ni miedo. No había nadie que pudiera trasmitir lo que sentía. Los parajes surgidos del interior de la nada y del espacio eran absolutamente desconocidos, extraños y sorprendentes. Era Una combinación de tierra calcárea y arcilla negra, pequeñas rocas agujereadas con el interior vacío, rocas sin peso cuajadas de aristas que se desplazaban por el aire. Aire, si, había quedado el aire después que todo el humo hubo desaparecido. Un aire raro, plomizo, un aire con presencia física, como un velo excesivamente sutil para ser velo, era lo que podía verse desplazándose entre las pequeñas rocas vacías. Un aire que no era una sensación, sino algo visible.<br />Recordé que hacía muchos años había tenido un sueño en el que habían sucedido cosas parecidas. Pero cuando pude recordar lo que vi en el sueño, ya habitaba en este otro mundo diferente o paralelo, y desconocía como tuvo lugar su nacimiento, o si estaba siendo el reemplazo del anterior o si se movía en la misma galaxia. Era un sueño y como todos los sueños, estaba sujeto a los caprichos del subconsciente.<br />En aquella ocasión, queriendo darle verosimilitud al sueño, supuse con lógica que el mundo había desaparecido y yo habitaba un espacio exterior. Quería entender un sueño que había sido perfecto. No me hubiese importado que hubiese sido realidad. Y ahora estaba allí, viviendo en realidad un drama parecido. El aquella ocasión yo estaba sola. Ahora también.Maria almeydahttp://www.blogger.com/profile/02517001411868661230noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2538456064641347161.post-2705231691956582042011-01-14T13:09:00.000-08:002011-01-14T13:15:18.992-08:00NUEVE EUROS<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhno3mlysi5JSy8tWTp0yXK7-BX9f_ggfFyH78A9452ClN5wptcDwbrqRFDnYtHcP0RBAFtUbiNvIPlFDIb3e4RQgmS2JRoOAHYwlWefWA_9IIcRh8DNGbgjDVgx0HgMFhoMl9Je-Ew0-U/s1600/yerka+3.png"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 300px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhno3mlysi5JSy8tWTp0yXK7-BX9f_ggfFyH78A9452ClN5wptcDwbrqRFDnYtHcP0RBAFtUbiNvIPlFDIb3e4RQgmS2JRoOAHYwlWefWA_9IIcRh8DNGbgjDVgx0HgMFhoMl9Je-Ew0-U/s400/yerka+3.png" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5562152860955787730" /></a><br /><br />Desde que llegó al bar habían pasado casi dos horas durante las cuales consumió cervezas y cigarrillos con el mismo ritmo y parsimonia de quien realiza un trabajo maquinal y aburrido.<br />Para pagar la primera copa me entregó un billete de diez euros y le devolví nueve. La cerveza en este bar es barata, así que por aquélla razón matemática y viendo el ritmo que llevaba supuse que acabaría gastando los diez euros, pero a aquellas alturas había perdido la cuenta de las que le había servido. No sé por qué aquella chica había llamado mi atención desde que entró. No era guapa ni alta ni iba bien vestida ni mostraba nada para ser especial. Solo la veía como perdida, desvalida, como un perrillo abandonado por su dueño. Y eso hacía que la viera desde un punto de vista sensiblero y maternal. <br />Ya estaba viendo la forma de que la chica entrara en el guión que había comenzado a montarme, cuando entró un chico y se dirigió hacia donde ella estaba y le hablaba nervioso y amenazador, en tono violento pero en voz baja, y yo no podía oír nada claro. Ella negaba con la cabeza y se mantenía firme, sin pestañear. Al final la discusión terminó en un empate técnico y el chico se marchó tal como había llegado, como si hubiese ido a nada. Yo me figuré, a falta de una mejor información, que él le pedía dinero y ella simplemente se lo negaba. Después la chica apuró su vaso de cerveza, se levantó y pidió otra, esperó en la barra a que la atendiera y antes de retirarse dejó un euro en el mostrador. <br /><br />Yo seguía fijándome en ella manteniendo una prudente discreción y creando una historia paralela. Me sorprendía de ella lo que creía su abandono, la tristeza que emanaba de aquel cuerpo pequeño que me dio por imaginar que encerraba un espíritu triste y desolado. Todavía no sabía por qué bebía cervezas sin parar, pero estaba segura de que llegaría a darle un motivo.<br />Encendía un cigarro tras otro, pero apenas fumaba. La ceniza del cigarro terminaba cayendo al suelo ante su pasividad y cuando notaba el calor cerca de sus dedos dejaba caer la colilla o la aplastaba distraída sobre el cenicero de coca cola. Sobre le mesa que ocupaba descansaba un paquete de tabaco negro y un encendedor de gas con el que a veces se distraía jugando con él entre las manos.<br />En un momento determinado vi que buscaba algo en su bolso. Tenía un cigarro apagado colgando de su boca y aquel gesto afeó su soledad. Destruyó de golpe la imagen que yo le estaba dando. Con indolencia metió una mano en él y rebuscó a tientas sin mirar en su interior. Después abrió la gran boca del enorme bolso de tela vaquera e hizo una búsqueda más exhaustiva sacando algunas cosas que dejaba sobre el velador. Por último vació todo el contenido del bolso. Pensé que buscaba el mechero y me acerqué para ofrecerle fuego, suponiendo que el suyo estaría falto de gas, pero no lo aceptó. Entonces me fijé en sus ojos y vi que tenía la mirada cargada de vacío, abotagada de humo y de cerveza. Definitivamente no era la heroína que yo andaba buscando.<br />Recogió con urgencia todas sus pertenencias en el bolso, se lo cargó a la espalda y salió pisando como si temiera romper una baldosa. Iba mareada y parecía más pequeña que cuando entró. Después fui hasta la mesa que había ocupado, con la escoba y el recogedor para limpiar las cenizas y allí, entre ellas, pesada y redonda, una moneda de un euro se hacía la remolona para entrar al basurero. Me agaché y la recogí, sonreí y me metí la moneda en el mandil. Me gustó pensar que aquella última cerveza que no se había bebido la había salvado de algo. Después de cerrar el bar me pondría a pensar en ella para escribir su historia.Maria almeydahttp://www.blogger.com/profile/02517001411868661230noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2538456064641347161.post-77181371402385800072010-12-10T11:49:00.000-08:002010-12-10T11:56:24.734-08:00QUIEN AL TRONCO SALENo tenía que hacer un gran esfuerzo para imaginarse cómo sería de mayor. Sólo tenía que mirar a su madre. Ahora eran idénticas, con las diferencias lógicas de los treinta años que las separaban; por eso, si quería figurarse como sería a la edad de sesenta años, cogía la foto de su madre o la invitaba a merendar para mirarla bien mientras ella comía deleitándose su palo de nata y sorbía su café con lujo y delicadeza exagerada. <br /><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgmIvF83uJDEMf5LcYGGBcE026Fl0_xqKc_BCpbBQQBAS02zbdT7d03Fukzo7rleZlA8aOTTwk0sRA5A0waZNoFyIA7r1-dJlTq-Mo6Ff6Xn_Fmj4kX8Fu2c_kdH2JJXk8zkV9k-ZYzGIM/s1600/FILE0343.JPG"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 300px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgmIvF83uJDEMf5LcYGGBcE026Fl0_xqKc_BCpbBQQBAS02zbdT7d03Fukzo7rleZlA8aOTTwk0sRA5A0waZNoFyIA7r1-dJlTq-Mo6Ff6Xn_Fmj4kX8Fu2c_kdH2JJXk8zkV9k-ZYzGIM/s400/FILE0343.JPG" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5549144607417297970" /></a><br /><br />Aquella tarde se habían citado para ir a la peluquería y compartían las manos de la peluquera que alternaba entre las dos cabezas dándole a cada una el mismo estilo aunque las dos llevaban peinados diferentes y distintos largos de pelo. Mientras ignoraba la conversación de la peluquera con su madre, analizaba sus gestos, sus mohines, la escuchaba y se daba cuenta de que a medida de que iba creciendo, llegaron a tener el mismo tono de voz, bien timbrada, si bien su madre hablaba sin descanso cantidad de inconsistencias y ella era más comedida, a veces excesivamente callada.<br />Se preguntó cómo sería dentro de otros treinta años.<br />Se preguntó como pensaría, como hablaría, qué vida llevaría cuando tuviera la edad que tiene ahora su madre. En definitiva se preguntó si se parecería a su madre cuando tuviera la edad que ella tiene ahora.<br />Se peinaría como ella, hablaría su jerga de mercado y televisión, seguiría sus pautas sociales. Odiaría a su marido o sentiría hacia él la misma indiferencia que su madre siente por el suyo, su propio padre.<br />La madre de Laura seguía hablando con la peluquera mientras Laura ajena a su conversación rompía a llorar amargamente, en silencio. Una cascada de lágrimas corría por sus mejillas y eran secadas al momento por la acción del secador encasquetado en su cabeza. Mientras la peluquera daba los últimos toques sobe el peinado de su madre, Laura admitía la delicadeza del cuerpo materno, su peinado elegante, el corte clásico de su falda, la perfecta armonía de sus dedos rematados por las largas y bien cuidadas uñas. Esperó que definitivamente su marido conservara su buen trabajo e incluso que siguiera ascendiendo, lo que le permitiría mantener el mismo nivel de vida que puede llevar su madre. Al fin y al cabo, ya que han de parecerse tanto físicamente…<br /><br /><<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>Maria almeydahttp://www.blogger.com/profile/02517001411868661230noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2538456064641347161.post-57677319337469944682010-12-01T00:06:00.000-08:002010-12-01T00:10:13.764-08:00ÚLTIMA VELADA EN SOTIEL (Final)<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhcJRewAMfNONbP-P1PWReD9zGRDbzo76_yGX0BE1Uenkyt4_W0zPFmpD2PISp7ef8IV8c1vpV0akUUNVPK0WqI9T9bsTvmKorhdcfHxTMYn-sBkG1ywJt6YxrtoBAlZ_vY6K7dQtBvwD8/s1600/FILE0039.JPG"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 300px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhcJRewAMfNONbP-P1PWReD9zGRDbzo76_yGX0BE1Uenkyt4_W0zPFmpD2PISp7ef8IV8c1vpV0akUUNVPK0WqI9T9bsTvmKorhdcfHxTMYn-sBkG1ywJt6YxrtoBAlZ_vY6K7dQtBvwD8/s400/FILE0039.JPG" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5545622660333270386" /></a><br />--Éramos tan jóvenes…<br />Y tú dijiste, como si me hubieras escuchado.<br />--Quizás envejecimos demasiado pronto…<br />Aquella noche no bailamos. Tan solo hablamos con unos y con otros y reímos y saludamos a gente que hacía treinta y hasta cuarenta años que no habíamos vuelto a ver. Y rememoramos anécdotas gritándonos en los oídos o aprovechando los parones de la escandalosa orquesta. Aquella noche no se nos cayó la sorpresa de la cara. Se nos cayó la venda, eso sí. Porque de pronto nos vimos nuevos y distintos, inseparables, imposibles de comprender por separado el uno sin el otro. Podía haber sido así, pero no fue. <br />Aquella noche nos sonreímos cómplices comprendiendo que alguna vez hubiésemos estado enamorados, porque es fácil cuando se es feliz y cuando podemos sentirnos bien viendo a la gente hacer el indio mientras bailaban para despedirse, una vez más y hasta el año que viene, la insustituible pieza festiva de “Paquito el chocolatero”; después la pista se quedó vacía mientras se ponía en marcha nuevamente el trámite de la añoranza. Aquella noche se acabó lo que se daba. Todo viejo, pero todo nos parecía tan nuevo como el día que estaba comenzando.<br />Aquella noche nos quedamos en la casa en la que habíamos comenzado a ser mayores, de la que salimos un día de hace tantos años. Abrimos las ventanas y dejamos que corriera el aire y que el tiempo pasara con nosotros. No dormí. Creo que tú tampoco. Hablábamos por separado, susurrando, cada uno de nosotros con su propio fantasma.<br /><br />FIN <br /><br /><<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>Maria almeydahttp://www.blogger.com/profile/02517001411868661230noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2538456064641347161.post-50707195511879579702010-11-30T02:24:00.000-08:002010-11-30T02:27:30.330-08:00ÚLTIMA VELADA EN SOTIEL (2º Capítulo)<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgh8nTwXpryJoI2FXiq7MsVV_vjmp-MytwCv0eLSJKmDP587YMc4wQJ2WkYaBut4_AIMWbdbxU_Jqf75JwclaZcpIUAysZ0jagr8GGahh5TSWPK8V4cDU3iMnfc71eV1D5lV-ru4hrx3DM/s1600/FILE0672.JPG"><img style="float:right; margin:0 0 10px 10px;cursor:pointer; cursor:hand;width: 300px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgh8nTwXpryJoI2FXiq7MsVV_vjmp-MytwCv0eLSJKmDP587YMc4wQJ2WkYaBut4_AIMWbdbxU_Jqf75JwclaZcpIUAysZ0jagr8GGahh5TSWPK8V4cDU3iMnfc71eV1D5lV-ru4hrx3DM/s400/FILE0672.JPG" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5545287291222020754" /></a><br /><br />Fuimos hasta la casa y buscamos la llave donde la vecina, que fue la primera sorprendida al vernos. Volvimos al lugar donde se celebraba la “velada” cuando ya comenzaban a llegar algunos vecinos.<br />Pedimos dos cervezas, dos pepitos de lomo que estaban sabrosísimos, y lo degustamos entre besos y saludos a los que iban llegando, sin dejar de explicar por qué estábamos allí tan a deshora y sin aviso previo.<br />--¿Tan a deshora? –Bromeamos—Pero si son las doce y aún no ha llegado la orquesta…<br />El motivo por el que la fiesta nocturna comenzaba tan tarde se debía a que durante el día se habían sucedido los festejos y hasta las siete de la tarde no habían comenzado a recogerse los primeros que abandonaban la última actividad. Durante todo el día se habían celebrado campeonatos de futbito entre casadas y solteras, carreras de saco y otras agilidades divertidas y lúdicas; habían comido sardinas y chuletas y bebido cervezas bajo los árboles y el césped del parquecito, bien regado con abundante agua para el calor de los cuerpos ayudando a conciliar el calor extremo del mediodía de Julio. Ahora llegaban limpios y perfumados, vestidos para la fiesta seria y el baile de la noche, engalanados, como los integrantes de la orquesta que estaban dispuestos a reventarnos los tímpanos y deleitarnos con una repetición constante de su mínimo y movidito repertorio veraniego.<br />Era el mismo rito de todas las veladas anteriores, de todos los años. No había cambiado nada. Solo nosotros habíamos cambiado, nuestro atuendo, nuestra prisa o nuestra indolencia, nosotros y la forma de mirar que teníamos ahora, pero todo lo demás seguía igual. Además de ir disfrazados de gente mayor, de personas serias, más adustas o doloridas que cuando éramos jóvenes en este mismo lugar, nuestra risa que no se disfrazaba de ilusión, nuestra risa era hermética y responsable. Creo que a aquélla risa, aunque sincera, se le sumaba el dolor de las ausencias irremediables.<br /> --María, tú crees que el tiempo envejece con nosotros?<br />--No te entiendo, Pedro, aquí hay que hablar a voces, no te oigo…<br />Cuando nos dimos cuenta aquella noche fue como volver treinta años atrás. De pronto estaban allí, como recién salidos de una urna transparente y lúcida, los rostros de todos los que nos fuimos quedando en el camino, como recién llegados, limpios y perfumados, como si solo hiciera varias horas que dejamos de vernos. Juanita, que a los quince años me quitó al amor de mi vida y a quien hubiese querido sacarle los ojos, de haber tenido redaños y de haber sabido que estaba más enamorada. Y Leonardo, que pasó veinte años escondido después de haberse hecho guardia civil y estar destinado en Bilbao. Nadie lo perseguía, pero la locura se engendró en su miedo y se metió en el psiquiátrico fingiendo que recibía amenazas terroristas. Nadie lo hubiese dicho del bueno de Leonardo, tan inocente y torpe, tan tímido y delicado. Primero que se decidiese a ser guardia civil, y después que aparentara locura para esconder su miedo.<br />Y allí estaban los hermanos Calatrava, fanfarrones y violentos, ridículos tras la fachada de cemento armado con barbas ralas de pelo canoso, dispuestos a seguir defendiendo su nombradía que aún no ostentaba crueldad alguna digna de mención, si antes no la inventaban.<br />Y allí estaba aquel espejismo con falda que me tuvo confundida tanto tiempo. De pronto me pareció estar viendo un desfile de fantasmas vestidos con traje de fiesta, para agradar a los amigos y gustarse a sí mismos. ¿Éramos los mismos? Y te pregunté.<br />--Pedro, ¿somos los mismos?<br />Y tu dijiste<br />--Habla más alto, que aquí no hay quien se entienda.<br />Y siguieron llegando otros. Aquél por el que estuve a punto de dejarte plantado una semana antes de casarnos. Lo miré y cuando logré reconocerlo te recordé a ti cuando veníamos de camino al pueblo y sonreías mientras conducías ensimismado en tus pensamientos. Quizás lo recordabas todo de golpe, quizás rememorabas estos momentos que estaban por llegar, tal vez los presentías. Y ella también estaba allí, y mientras la mirabas, por un momento hubiese querido saber lo que pensabas, pero solo por un momento. Ya no importaba nada.<br /><br /><br />Fin del segundo capítulo<br /><br /><<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>Maria almeydahttp://www.blogger.com/profile/02517001411868661230noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2538456064641347161.post-8512072333674823712010-11-29T00:43:00.000-08:002010-11-29T00:46:39.497-08:00ÚLTIMA VELADA EN SOTIEL (1ª PARTE)No lo sabremos nunca, pero lo que nos empujó a cambiar un plan premeditado por otro que surgió espontáneamente, tuvo algo que ver con la teoría que dice que algo tenía que cambiar para que todo continuase como estaba.<br />--¿Nos vamos a la “velá” de Santana? –preguntó mi marido mientras se abrochaba el cinturón de seguridad<br />--¿Y por qué no a la de Sotiel? –Contesté con la misma espontaneidad sin pensar lo que vendría después.<br />--¡No eres capaz!<br />--Sí que lo soy, pero… <br />--Pero nada, en una hora estamos allí, solo hay que cambiar de carril y enfilar la salida hacia Huelva.<br />--Pero son las diez de la noche, cuando lleguemos serán más de las once, y es domingo, lo más natural será que hoy la fiesta termine antes porque la gente se recogeré temprano.<br />--¡No hagas cábalas innecesarias! ¿Nos vamos o no? –Aún estábamos a tiempo de cambiar todos los planes.<br />--¡Venga, vámonos! –Cuando contesté decidida, ya el coche enfilaba la salida a la autovía por la población de Gines. No había marcha atrás.<br />Habíamos salido con intención de ir al cine. En el interior del patio de la Diputación dan una sesión de cine todas las noches de verano y es agradable estar al fresco mientras ves una película, cenas algo o tomas unas cervezas. El cambio de planes surgió como un juego en el que creímos que ninguno de los dos entraría. Y así enfilamos la vía que iba casi solitaria mientras el sentido contrario bajaba cuajada de luces de los coches procedentes de las playas de de Huelva. La carretera era una serpiente llena de ojos encendidos.<br />--Cuando nos vean llegar van a pensar que estamos locos.<br />--Y tendrán razón si lo piensan. Estas cosas las hacen la gente con veinte o treinta años.<br />--No te creas eso. Estas cosas las hacen gente que no quiere vivir encuadrados en un molde.<br />--Pues hace tiempo que llevamos la marca del molde, porque ya no solemos hacer locuras ni como estas ni parecidas.<br />--¿Sigues pensando que es una locura irnos así al pueblo?<br />--No, no, de verdad… vamos, seguro que es divertido.<br />--¿Llevas las llaves de la casa? Por si nos apetece quedarnos…<br />No llevaba la llave de la casa porque no habíamos pensado ir hasta allí, pero recordé que siempre le dejábamos una copia a la vecina. De vez en cuando miraba a mi marido, su perfil concentrado en la conducción, y no dejaba de considerar aquello con su parte de riesgo. Salíamos a menudo, viajábamos, pero después de haber decidido qué hacer en cada ocasión y una vez que estaba todo planeado. Pero salir así sin premeditar el lugar y a una cierta distancia, de noche, sin avisar a nadie de nuestras intenciones, no dejaba de tener al menos un una cierta dosis de imprudencia. <br />Yo lo observaba de reojo mientras conducía, y le veía sonreír sin despegar los labios. Pensé que imaginaba lo que dirían los amigos y vecinos cuando nos vieran llegar y eso le causaba aquella ligera emoción seguro del desconcierto que estaba a punto de causar.<br />Llegamos pasadas las once y ni la noche ni la verbena habían comenzado aun. El lugar destinado para la fiesta estaba iluminado pero desierto. La pista de baile era un cuadrilátero enlosado y estaba recién regado, y el vaho que se desprendía de la unión del agua y el calor acumulado en el cemento subía hasta los techos de la memoria recordando efluvios que existieron y nunca se olvidaron por completo. <br /><br /> fin del PRIMER CAPÍTULO.Maria almeydahttp://www.blogger.com/profile/02517001411868661230noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2538456064641347161.post-66805535654652495052010-11-28T04:20:00.000-08:002010-11-28T04:25:13.648-08:00<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjS-1G6r4eRFsttwzxMdHWAHn3-FXBHVbiBfFTDXaOz4waduKZkJoibsDBeEVfCpGNqhKKJkz98Y2de0AFDXem7AzeDQpdj8ZgKLsRAHSbGe1YgZtMIuNHprK-q3gcJHT-O1FEJokdK_84/s1600/FILE0761.JPG"><img style="float:right; margin:0 0 10px 10px;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 300px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjS-1G6r4eRFsttwzxMdHWAHn3-FXBHVbiBfFTDXaOz4waduKZkJoibsDBeEVfCpGNqhKKJkz98Y2de0AFDXem7AzeDQpdj8ZgKLsRAHSbGe1YgZtMIuNHprK-q3gcJHT-O1FEJokdK_84/s400/FILE0761.JPG" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5544575433380540754" /></a><br /><br /><br />ÚLTIMA VELADA EN SOTIEL<br /><br /><br /><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiOjodAeFUPRroVb4elu-eSn-hYn_bv7tkDR2Wf5W3yl1rTCCCM6kwVVpc1xbMVlzKIQ0pRrB22j3SU59kDGO3RHWmlIK8lpP-euJG1P7EFhk7X_btHmJ73a_Qu8f0tZ8-uzd4BfH_VeWs/s1600/FILE0758.JPG"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 300px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiOjodAeFUPRroVb4elu-eSn-hYn_bv7tkDR2Wf5W3yl1rTCCCM6kwVVpc1xbMVlzKIQ0pRrB22j3SU59kDGO3RHWmlIK8lpP-euJG1P7EFhk7X_btHmJ73a_Qu8f0tZ8-uzd4BfH_VeWs/s400/FILE0758.JPG" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5544574824115353362" /></a>Maria almeydahttp://www.blogger.com/profile/02517001411868661230noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2538456064641347161.post-77171480003224062372010-11-27T11:19:00.000-08:002010-11-27T11:21:51.062-08:00UN DÍA DE LLUVIA<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjHTn41-9O9Cn3jQbj660CS46qatXacM6fWWNqmGDCIhFOh4iUEDXWJ-0ZHrK8Dj9goBGBoKybaEUpLFfNRW7t2M16w25Y4T175SbFEbWZ97-AtHDGNF0aDgjtQPA8Wq8mRRESRayW4giY/s1600/lluvia_en_el_parque-9100.gif"><img style="float:right; margin:0 0 10px 10px;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 300px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjHTn41-9O9Cn3jQbj660CS46qatXacM6fWWNqmGDCIhFOh4iUEDXWJ-0ZHrK8Dj9goBGBoKybaEUpLFfNRW7t2M16w25Y4T175SbFEbWZ97-AtHDGNF0aDgjtQPA8Wq8mRRESRayW4giY/s400/lluvia_en_el_parque-9100.gif" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5544311693039409714" /></a><br /><br />…Y llueve.<br />Con un cántico hermoso que la memoria ya ni recordaba, insistente y tenaz cae la lluvia ávida de tierras y pantanos, de verdores espesos, de caudales rabiosos, llueve…<br />…Llueve, pero no como en los viejos tiempos en que las estaciones eran cuatro y ninguna escatimaba su eficacia y cumplía a rajatabla su tiempo de trabajo y su hora holgazana. Llueve…<br />…Con imperiosa fuerza la tormenta me tiene acorralada, parapetada detrás de los cristales, y después, con suavidad de caricia embaucadora disminuye el torrente de su ira y llueve mansamente, y conmueve, hasta que al fin sus fuerzas se vienen agotadas sobre mí y sus gotas son como caricias suaves resbalando por los costados de la desgana, activando su carga y poniendo en marcha el engranaje de la felicidad. Todo está listo para comenzar de nuevo.<br />Y ya no llueve. Fue como una lluvia pasajera que permitió que se calmara el miedo, que descansara el alma y se aplacaran los latidos furiosos que golpeaban con fuerza el pecho, que, como un oleaje de mar embravecido, salpicaba el alma de sudores extraños.<br />Tuvo una vida breve la lluvia esta mañana. Cuando se fue pudimos ver los desastres causados por la tormenta; ahora solo queda hacerse cargo de los daños, reparar las paredes destrozadas y reforzar los tabiques del corazón por si a la lluvia le da por golpear de nuevo.<br /><br /><<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>Maria almeydahttp://www.blogger.com/profile/02517001411868661230noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2538456064641347161.post-42038618211912552242010-11-21T03:02:00.000-08:002010-11-21T03:06:30.393-08:00estos niños tambien existenESTOS NIÑOS EXISTEN Y SI NO LOS VEMOS ES PORQUE NO QUEREMOS VERLOS. ABRAMOS LOS OJOS DE UNA VEZ POR TODAS.
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<br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgL99NVIiIhRO4n-8M5mMXd1Ivaf9VAi0nVCxjvxKEls6qhGEFSEagzuM-z2W2_ANmIc0dXB76z9eAXWGb2KrEZr5jmCp7r6sYasrYjiQpVhHeSUMUZ-5g9YuVbQKJBPD3tSc8sSyDgav4/s1600/img331.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 292px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgL99NVIiIhRO4n-8M5mMXd1Ivaf9VAi0nVCxjvxKEls6qhGEFSEagzuM-z2W2_ANmIc0dXB76z9eAXWGb2KrEZr5jmCp7r6sYasrYjiQpVhHeSUMUZ-5g9YuVbQKJBPD3tSc8sSyDgav4/s400/img331.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5541957103147738130" /></a
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<br /><<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>Maria almeydahttp://www.blogger.com/profile/02517001411868661230noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2538456064641347161.post-29185309258829295182010-11-18T12:27:00.000-08:002010-11-18T12:29:00.003-08:00EL PERRO<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh41uLKarDiOk7PIPs7wo8aWEMftKdVFkcv2TrQenVoz2YkmFPGxZbqMJ4nqdx-AG6-OyC03a6EyENdUucOG3SmoWp6cJTTMQGZm_qrp2SDisObgB9jlcHKB7IpRuLBaW8r5626RWHtE2k/s1600/perros-comodos.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 314px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh41uLKarDiOk7PIPs7wo8aWEMftKdVFkcv2TrQenVoz2YkmFPGxZbqMJ4nqdx-AG6-OyC03a6EyENdUucOG3SmoWp6cJTTMQGZm_qrp2SDisObgB9jlcHKB7IpRuLBaW8r5626RWHtE2k/s400/perros-comodos.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5540989117100524546" /></a>
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<br />--Vamos Sultán, vamos que te duermes…
<br />A duras penas consigo que se ponga sobre sus cuatro patas y me siga. Nos soportamos. Nos compenetramos. Si no fuese por él yo no saldría. Y al revés, si no fuese porque yo sacudo su pereza se quedaría todo el día tirado sacudiendo el aire con el rabo. Como yo, ha comenzado a estar viejo y ha dejado de ser juguetón. Creo que tiene rarezas típicas de la edad avanzada y está impertinente como muchos ancianos. A veces se lo digo y creo que me entiende. Ya de vuelta a casa tiraba de mí y de la correa como si tuviese urgencia por llegar, como si algo inefable le esperara al llegar a casa.
<br />Inesperadamente dio un tirón y la correa se soltó de mi mano desprevenida. Corrió enloquecido hacia adelante. Tal vez no quería hacer nada, sólo llegar, pero para la niña que venía de frente cogida de la mano de su padre, aquél animal corriendo extraviado --perturbado parecía--, por la acera, significaba el más feroz de los animales imaginado en sus infantiles selvas.
<br />Sucedió todo con tanta rapidez que apenas pude darme cuenta de nada. Sólo después de un tiempo que a mí me pareció interminable, cuando llegaba a la altura de los dos y pude verles el miedo en la cara, llegué a sentirlo como si fuese mío.
<br />En los ojos despavoridos de la niña brillaban aun los ojos enrojecidos de Sultán y sus dientes afilados asomando a su boca como un aullido en forma de puñal. La niña ahogaba un grito sin sonido, mientras su padre, en un gesto desesperado la cogía en volandas levantándola del suelo y encerrándola entre sus brazos. El perro siguió corriendo calle adelante ajeno a todo lo que había provocado.
<br />No supe qué decirles. Miraba la ira en los ojos del hombre, el miedo en la niña aferrada al cuello del padre y supe que cualquier cosa que dijera carecería de importancia. Comprendí que el hombre me entendía cuando sintió mi silencio y me vio seguir calle abajo detrás del perro.
<br />Cuando llegué ya él estaba allí, jadeando en la puerta de la casa esperando mi llegada. Las cuatro pezuñas clavadas en el suelo, arrogante, babeando, la lengua colgando de la boca, mirándome descarado y satisfecho de la proeza que había realizado. Inquisidor y desafiante parecía estar diciéndome “¿ves como no estoy viejo? Te gano a las carreras mientras que tú ya no puedes con tu alma.”
<br />Le di la razón mientras lo odiaba con todas mis fuerzas. Se dio cuenta y desde entonces cada día repite un momento sublime como aquél. La última solución será devolverlo a la perrera.
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<br /><<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<Maria almeydahttp://www.blogger.com/profile/02517001411868661230noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2538456064641347161.post-79301642140987805352010-11-15T12:36:00.000-08:002010-11-15T12:43:10.417-08:00AY AMOR, AY AMOR...<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDwt4fq-n3M22xgN6k1uFObCx7QVJ7Ea7LcUGe86b8ZWOkgFtNRzmsgzwCnkVl5WrCXECQTqEULD1Pedzp9LaZqJKQKWveDfpn301vZB_fOo4swNV5a7b6YxzWgWi7RgbFSCmN7TJZH2o/s1600/surcos.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 268px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDwt4fq-n3M22xgN6k1uFObCx7QVJ7Ea7LcUGe86b8ZWOkgFtNRzmsgzwCnkVl5WrCXECQTqEULD1Pedzp9LaZqJKQKWveDfpn301vZB_fOo4swNV5a7b6YxzWgWi7RgbFSCmN7TJZH2o/s400/surcos.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5539879190975141026" /></a><br /><br />¡Ay amor, ay amor!... si supieras lo que voy a hacer, lo que estoy a punto de hacer lo entenderías. Creo que sí, si lo sabemos los dos, si ya lo sabes por cómo me miras, por como sé que me descubres cuando te estoy mirando, por esa súplica callada que veo en tu tristeza, por esa mirada apenada y llena de rabia que veo en tus ojos cuando te acerco la cuchara a la boca, cuando te sostengo para mudarte de lugar o cambiarte la ropa, cuando te vuelco sobre la cama, porque no puedo hacer otra cosa, cuando te cambio los pañales mientras sigues sonrojándote, una y otra vez te sonrojas como si después de cincuenta años casados y tres hijos, que yo pueda verte en ciertas actitudes pudiera ser algo inadecuado…y sigue dándote vergüenza. Nunca hemos necesitado decirnos mucho para entendernos.<br /> ¡Ay amor, ay amor…! No sé cómo hacerlo pero sé que lo que haga será un sufrimiento que padeceremos los dos. Los dos. Yo más que tú, yo más que tú, no sé…no sé cómo lo haré, Dios mío… Nadie lo entenderá, o sí, posiblemente alguien entienda lo que hago, pero es lo que menos me importa ahora, pensar en lo que pensarán los demás de mí. Dirán que soy un monstruo, alguien sin entrañas ni corazón… ¡Ay, si supieran…! <br /> Bueno, manos a la obra. Seré esa alimaña que he de ser porque solo una alimaña podrá hacerlo… Aunque me pongo en el lugar de los demás y nadie podrá superar mi dolor.<br /> Me puse a hacer todo lo que tenía planeado. Porque estas cosas requieren de una preparación. Más que unos utensilios, es necesario un pensamiento frío, una decisión firme. Me puse a hacerlo por tercera vez y me detuve de nuevo. Vuelta atrás y un sudor frío corriéndome por la espalda. Si me tomara un poco de alcohol, un poco de vino sería suficiente… No sé cómo lo haré, pero tengo que hacerlo hoy. Sobre todo que el pensamiento sea firme, que la decisión sea tan robusta que no pueda echarse atrás. Que la mente no dude. Sé que ella me ayudará, pero por mucho que lo intente no podrá poner la fuerza, sólo la intención. Y no sé si con eso será suficiente.<br /> Ayúdame, María, ayúdame, mujer… ya sé que no puedes contestarme ni hacerlo, pero ya sabes que solo, sin tu ayuda no podré. Mírame al menos, dime que sigues con la misma idea, que no has cambiado, María, que esto es muy serio. Tengo que estar seguro y decidido, firmemente decidido, después me toca a mí y no sé si me quedaran fuerzas…<br /> <br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4g_JOBzPnu0BzLvcH2gD6sHtcL0D_kVxJm4c_QnaZHozYDbqk2xcW4S8cTndqQ6YdAbTSVLJNwQiPq-xqyXdJlG4ymM1vlpQKtFcMYG5NGvohK9XrHdp59cvKpr6ZIF-NobtxgwSVclU/s1600/miscel%25C3%25A1nea.jpg"><img style="float:right; margin:0 0 10px 10px;cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4g_JOBzPnu0BzLvcH2gD6sHtcL0D_kVxJm4c_QnaZHozYDbqk2xcW4S8cTndqQ6YdAbTSVLJNwQiPq-xqyXdJlG4ymM1vlpQKtFcMYG5NGvohK9XrHdp59cvKpr6ZIF-NobtxgwSVclU/s400/miscel%25C3%25A1nea.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5539878694580699778" /></a><br /><br /><br />Me gustaría leer mañana los periódicos. Pero como sé que no podrá ser me imagino los titulares. Pero bueno, también son ganas las mías de andar pensando en eso. Mañana, como si a mí pudiera importarme lo que pasará mañana ni lo que digan los periódicos ni lo que diga nadie. Pero sí me gustaría saber lo que dirán nuestros hijos, ver sus caras, qué expresiones pondrán en sus caras, sus miradas atónitas, incrédulas… no serán capaces de creerlo cuando les den la noticia, cuando tengan que venir a certificarlo todo… ¿Te imaginas, María? Tres hijos que hemos parido y criado con tantos sacrificios… bueno, para qué pensarlo…Ya no hay vuelta atrás. Solo cuenta atrás. Y cada vez me cuesta más trabajo comenzarla.<br /> Contemos hacia atrás, María, hagamos el camino a la inversa, recordemos los mejores días de nuestra vida… Yo le iba diciendo lo que tenía que hacer pero no era necesario porque ella conocía los movimientos, me ayudaba, los iniciaba incluso cuando me veía dudar. Con la debilidad de sus manos y la escasa fuerza de sus brazos empujaba mis manos hacia dentro haciendo presión sobre la almohada. Cerraba los ojos, yo también los cerraba, quería que todo pasara cuanto antes, sin darnos cuenta, pero era más difícil de lo que habíamos pensado y no teníamos fuerzas, yo flaqueaba, y cuando ella se daba cuenta hacía un movimiento y apretaba con sus manos hacia dentro para recordarme lo que estaba pendiente y para que yo no alargara más aquél momento.<br /> Y yo pensaba en mí, quién me ayudará después a mí, cómo voy a hundirme la cara en la almohada, o a tener valor para clavarme el cuchillo o tirarme desde la terraza? <br /> Y a pesar de todo lo que más me duele ¿sabes qué es? que mañana estaremos en las estadísticas, que serás una víctima más de machismo que nunca había puesto una queja ante las autoridades y yo un sucio marido desalmado, cobarde, que ni siquiera ha sido capaz de rematar la faena después de comenzada. Porque no seré capaz, María, te lo juro, ¿cómo voy a serlo si no he matado una mosca en mi vida? <br /> ¿Qué será de mí mañana, María, qué será de mí? Tú dejarás de sufrir, descansarás, y yo.., me meterán en la cárcel si me quedo vivo después de lo que intente? Porque algo intentaré, no sé si remataré la faena, pero creo que no lo lograré. Soy un cobarde, siempre lo he sido, siempre has sido tú quien ha llevado la voz cantante, quien ha puesto los puntos en las íes, quien ha educado a los niños… y quien los ha disculpado también, porque mira, mira como estamos, solos, abandonados, enfermos, tú impedida, yo muerto de miedo, y tres hijos por ahí que llaman de vez en cuando para saber cómo estamos.<br /> Cómo estamos. ¿Cómo estás, María? Inmóvil en una cama, sin voz y casi ciega. ¿Y yo? Yo estoy bien, gracias. Ochenta y cuatro años, pero quién lo diría, ¿verdad? bien, bien. Por eso nuestros hijos confían en que sepamos arreglárnoslas solos.<br />Dijeron los de la asistencia social que la semana que viene nos llevarían a una residencia, dijeron hace más de dos meses, y no podemos más, no te quejas porque no puedes hablar, pero sé cómo lloras, cómo me miras, como me suplicas con la mirada. ¿Me oyes, María? No me entretengo más, ya voy, ya voy…<br />Ya voy María, ya voy. A rastras, pero voy… si tu pudieras ver cómo me siento… No importa que no me veas, lo sabes, lo sabes mejor que yo. Lo que no sabes es que va a ser de mí a partir de mañana, cuando me quede solo y solo sea un criminal confeso.<br />¡Ay María, ay mi María…!Maria almeydahttp://www.blogger.com/profile/02517001411868661230noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2538456064641347161.post-79345074670036771912010-11-06T13:15:00.000-07:002010-11-06T13:20:28.442-07:00SOLO TU BOCA<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhz0htNba3LTK6drQwqFVC2LiqgK_HyvVY5tnbC5KdAVZR8UIYodcd29Xj0bZY4-3WSkpShoIdF0bPS0HLVyI19Bu78wJsXX0O365lInAE6tQM-RZLflPOaY9aa2UK9QMRcp1WmdtUk2EM/s1600/img298.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 272px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhz0htNba3LTK6drQwqFVC2LiqgK_HyvVY5tnbC5KdAVZR8UIYodcd29Xj0bZY4-3WSkpShoIdF0bPS0HLVyI19Bu78wJsXX0O365lInAE6tQM-RZLflPOaY9aa2UK9QMRcp1WmdtUk2EM/s400/img298.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5536533664610368882" /></a><br /><br />Se han movido los cimientos de la tierra, los ríos se han partido en cientos de afluentes y han corrido buscando vertientes efímeras y lejanas y se han tragado el fuego los volcanes y han eructado espumas las gaviotas. Se han perdido cosechas importantes, han quedado expuestas las miserias de las minas, la noche se ha precipitado sobre el mundo y las montañas de rocas han escupido piedras. Todo ha quedado reducido a escombros. <br /><br />Solo tu boca se salvó de la barbarie.<br /><br />Corrimos despavoridos como locos buscando la salida. Las puertas se cerraron, la gente se pisaba enloquecida, los más malos juraban por sus muertos, meteoros salvajes, flechas envenenadas, idearios destrozados bajo bancos de cenizas, luciérnagas sin luces y flautas sin sonido, caracolas sin brisa, palabras como gritos, semáforos groseros y rayas amarillas. Escombros, más escombros y montones de muertos. Estiletes en las uñas y miedo en el asfalto. El mundo es un problema sin solución alguna. Las estatuas destrozan sus peanas, el caballo monta a su jinete y el cielo se pone boca abajo y escupe sobre el mundo y nos ensucia. Y cuando preguntamos nos responde con monedas manchadas. Y quien sabe la respuesta se la calla, quien no la sabe miente y habla, pero nada se ha salvado de la ruina. La tierra es un lugar inhabitable y hueco.<br /><br />Todo ha quedado reducido a tu boca.<br /><br />Solo tu boca me salvó de la barbarieMaria almeydahttp://www.blogger.com/profile/02517001411868661230noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2538456064641347161.post-70383246172200472962010-11-03T07:07:00.000-07:002010-11-03T07:08:04.573-07:00LA NOCHE DEL COMETAEra una noche distinta y extraña aquélla noche, aunque parecida a todas las anteriores en el formato de calor insufrible y terco, con vaharadas de aire caliente que penetraba en los entresijos de los instintos. Habían pasado muchas noches entre ésta y aquélla otra que no consigue olvidar, pero no había sucedido nada digno de recordar; sólo que ella creyó morir, que su reloj, en muchos momentos, se paraba. Había subido la temperatura considerablemente, el cielo se veía altísimo, intensamente negro y estrellado. Había un brillo especial en las luces de la calle, un brillo salpicado de opacidad y hasta el silencio parecía estar expectante de algo inaudito que estaba por ocurrir.<br />Parecía reflexionar en la grandiosidad de aquélla noche cuando fijó los ojos en la bóveda inmensa, brillante y negra que se sostenía sobre el mundo, y se sintió pequeña hasta la enormidad, insignificante y nula. Pensó que el hombre no podría nunca ser tan perfecto como todo aquello. Y entonces fue cuando lo vio, mayestático y hermoso ante la nebulosa de su estela plateada.<br />Solo, errante, por los siglos de los siglos. Y supo que un hombre sólo, una mujer, solos bajo aquella noche, como estrellas sin luz y extraviados entre millones de estrellas, no son nadie, no son nada. Apenas dos migajas de una nada enorme, perdidos en una enorme soledad desértica.<br />Y sintió algo indescriptible en su interior, como si de pronto se reconociera en una edad lejana, cuando aún se sabía una romántica incorregible, cuando aún era rebelde y subversiva y guerreaba en las calles y portaba estandartes y gritaba consignas y se sentía capaz de cambiar el mundo y sus sistemas, porque sabía que vivían en un mundo imperfecto y soñaba con hacer otro maravilloso, como si de la nada de un sueño pudiera cambiar las cosas…<br /><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgzk1xeM0rkmPXn394rKlOTLe0WGF0xMWK-8r0vn1_EIkyvaE_VOpE2-PoIYmESv0-pT4ZDaoyIyk-I0dvRUWjGTgdWG5x581317gjiGrRCtf8aD_YgJ50f65X1C5LHB33jt81SA7FKv0j2/s1600/cometa+2.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 278px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgzk1xeM0rkmPXn394rKlOTLe0WGF0xMWK-8r0vn1_EIkyvaE_VOpE2-PoIYmESv0-pT4ZDaoyIyk-I0dvRUWjGTgdWG5x581317gjiGrRCtf8aD_YgJ50f65X1C5LHB33jt81SA7FKv0j2/s400/cometa+2.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5535323836947385106" /></a><br /><br />…Y comenzó a elevarse sin despegar los pies del suelo hasta alcanzar al cometa que la esperaba solo en la altura, en la bóveda estrellada y negra del firmamento.<br /><br /><<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>Maria almeydahttp://www.blogger.com/profile/02517001411868661230noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2538456064641347161.post-78330939312925904522010-10-30T08:22:00.000-07:002010-10-30T08:24:01.461-07:00NO ES MI GUERRA<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhS4OTwe8SmML9Q_sZqn5yOzagStCeTxjWj03PJx5IDmvYkKtOoTcyB_jpPW21I-ujRP0SIOiL_P2guz4FG29GKxg8RKaoc_V5A1Q8GL6hJXWWpLr1o-AQjGTVC4ZaJmi-pqnNOUyuTjjU/s1600/img216.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 242px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhS4OTwe8SmML9Q_sZqn5yOzagStCeTxjWj03PJx5IDmvYkKtOoTcyB_jpPW21I-ujRP0SIOiL_P2guz4FG29GKxg8RKaoc_V5A1Q8GL6hJXWWpLr1o-AQjGTVC4ZaJmi-pqnNOUyuTjjU/s400/img216.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5533859992159538802" /></a><br /><br /><br />No es mi guerra. No es mi casa ni mi ciudad ni mi gente ni mi sangre ni mi dolor ni mi batalla. No es mi paz ni mi tregua ni mi día más gris ni mi rabia ni una señal de alarma ni mi miedo ni mi taza de té ni mi grito de auxilio ni una parada al borde del cansancio. No me intimida ni me perturba ni me descuida ni desazona mis pulsos acelerados. No marca mis horarios ni escribe mis discursos ni le pone el aceite a mis tostadas. No anda en mi camino ni se pierde en mis dudas ni aconseja mi rumbo cuando lo estoy perdiendo. Pero en algún momento se me queda mirando cuando cree que no lo advierto y rectifico toda mi jornada. Cambio el rumbo y desoigo los consejos, deshago el camino comenzado y le quito el aceite a las tostadas y le pongo la sal y todo se convierte en un milagro. Y entonces es mi guerra y despierta con ruidos mis mañanas y se queda a vivir en mi cueva y pasea sin prisas por mi sangre y se busca un hueco en mi dolor y lo amortigua y apaga las señales y enciende el faro para que solos, sin muchas disciplinas ni razones, boguemos despacito hasta su puerto.<br /><br />-----------------------------------------------------------------------------------Maria almeydahttp://www.blogger.com/profile/02517001411868661230noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2538456064641347161.post-18742081297812878802010-10-19T01:06:00.001-07:002010-10-19T01:06:51.299-07:00UN DÍA DE LLUVIAUN DIA DE LLUVIA LARGO TIEMPO ESPERADO<br /><br />…Y llueve.<br />Con un cántico hermoso que la memoria ya ni recordaba, insistente y tenaz cae la lluvia ávida de tierras y pantanos, de verdores espesos, de caudales rabiosos, llueve…<br />…Llueve, pero no como en los viejos tiempos en que las estaciones eran cuatro y ninguna escatimaba su eficacia y cumplía a rajatabla su tiempo de trabajo y su hora holgazana. Llueve…<br />…Con imperiosa fuerza la tormenta me tiene acorralada, parapetada detrás de los cristales, y después, con suavidad de caricia embaucadora disminuye el torrente de su ira y llueve mansamente, y conmueve, hasta que al fin sus fuerzas se vienen agotadas sobre mí y sus gotas son como caricias suaves resbalando por los costados de la desgana, activando su carga y poniendo en marcha el engranaje. Todo está listo para comenzar de nuevo.<br />Y ya no llueve. Fue como una lluvia pasajera que permitió que se calmara el miedo, que descansara el alma y se aplacaran los latidos furiosos que golpeaban con fuerza el pecho, que, como un oleaje de mar embravecido, salpicaba el alma de sudores extraños.<br />Tuvo una vida breve la lluvia esta mañana. Cuando se fue pudimos ver los desastres causados por la tormenta; ahora solo queda hacerse cargo de los daños, reparar las paredes destrozadas y reforzar los tabiques del corazón por si a la lluvia le da por golpear de nuevo.Maria almeydahttp://www.blogger.com/profile/02517001411868661230noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2538456064641347161.post-30324235148226844152010-10-16T04:58:00.000-07:002010-10-16T05:01:02.609-07:00CARTA A DIOS --EPÍLOGO<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhAwzSCQMksKxKZ2Nv2cuATzOaiY0jgUqQF1-6R3K5K6gnJ8-AJmoz1iRBKCKOnSiQiUQoheQGxTZtif-LMKzTCezmhSAj8Gs8K-qYcyzXsJeMDhoZCCV8-ItQilAOYnIsbfrwwCca-tf0/s1600/mujer.jpg"><img style="float:right; margin:0 0 10px 10px;cursor:pointer; cursor:hand;width: 223px; height: 166px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhAwzSCQMksKxKZ2Nv2cuATzOaiY0jgUqQF1-6R3K5K6gnJ8-AJmoz1iRBKCKOnSiQiUQoheQGxTZtif-LMKzTCezmhSAj8Gs8K-qYcyzXsJeMDhoZCCV8-ItQilAOYnIsbfrwwCca-tf0/s400/mujer.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5528612550073267602" /></a><br /><br />No tuvo tiempo ni de arrepentirse de no haber pecado.<br /> Cuando la entraron en la aséptica sala de aquél hospital de urgencias, su cuerpo era sólo un cuerpo desprovisto de todo, un fardo inerte chorreando sangre vencida y cubierto de sábanas que pretendían disimularlo todo. Lo único que le quedaba vivo era un hilo de miedo con el que se cosía las manos sobre el pecho.<br /> El parte médico que recibí después era frío y escueto. Ella no era importante. Era alguien más sin importancia, sin historia, un número irrelevante que no decía nada. Podía pasarle de todo y parecer que estaba destinada a ello, que era algo lógico y natural. Motivo de la muerte: Una puñalada. Una sola. Vital. También es mala suerte…<br /> Más tarde en los periódicos, leí: “El presunto asesino, esposo de la víctima, que responde a las iniciales A.B.C., ha ingresado en dependencias municipales, aunque podrá asistir al entierro de su esposa, al haber quedado en libertad por falta de pruebas fehacientes que lo impliquen en el asesinato”.<br /> Y aquí se acabó la historia de esta mujer que me ha mareado con una carta extensa, haciendo una solicitud un tanto peregrina. Debeís estar más atentos a casos como éste e impedir que semejantes peticiones puedan llegar hasta mí, para ser entregadas en mano. Al próximo que se deje colar un caso parecido, lo hago colaborador activo y a perpetuidad de una ONG, para que aprenda. La palabra de Dios nunca es en vano.<br /> Dios. <br />PD. No soy un Juez de guardia. Soy el Juez. No estoy para nadie hasta nuevo aviso.Maria almeydahttp://www.blogger.com/profile/02517001411868661230noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2538456064641347161.post-82081972431421792092010-10-16T04:50:00.000-07:002010-10-16T04:51:45.664-07:00CARTA A DIOS (Extensa misiva en tres capítulos) 3º.-<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgqDa2TjzqrZDH9dhMp8nU4-f1FamQjus7O1xeUsRI86T_1ao6Rr0jrLR6YRitLfn2TOZTnXQoQ_IJlBjdtkH02rEHtm21OrfM0wP2PpsLiBdIpXdqkngpMondqip41jh-g26I8dVU7Ibs/s1600/manos+y+arena.jpg"><img style="float:right; margin:0 0 10px 10px;cursor:pointer; cursor:hand;width: 217px; height: 232px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgqDa2TjzqrZDH9dhMp8nU4-f1FamQjus7O1xeUsRI86T_1ao6Rr0jrLR6YRitLfn2TOZTnXQoQ_IJlBjdtkH02rEHtm21OrfM0wP2PpsLiBdIpXdqkngpMondqip41jh-g26I8dVU7Ibs/s400/manos+y+arena.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5528610022564837986" /></a><br /> No es mi caso, pero muchas mujeres en mi situación se cuestionan seguir creyendo en Ti, y te lo digo con honda tristeza, Señor, no vayas a creer que no. Porque las colocas ante un lamentable estado de reflexión, del que solo consiguen caos y confusión. No te sientas cómplice del agresor sólo por haber sido el creador, el padre. Sé consciente de ese tremendo fallo que tuviste al principio de los tiempos y enmienda el error, porque equivocarse es de humanos, pero saber rectificar es de sabios, y Tú, por lo que se conoce y todos dicen, debes serlo, Señor. Y perdona la osadía y el atrevimiento de pretender darte un consejo. Es que no sé lo que digo con todos estos problemas, pero incluso sabiendo que no es correcta mi postura, me atrevo a no rectificar, porque me han engañado tantas veces, me han aconsejado en vano y mal tantas veces, que respecto a este intento también me temo que pueda resultar un fraude. Y precisamente en Ti concurren todas las circunstancias: la Judicial, la Social y la Divina. <br /> Arregla esto, Dios, oye la voz de una descreída. Hazle una señal antes de que pierda todas las esperanzas. Antes de que yo, o cualquiera otra en mi lugar, sigamos teniendo miedo.<br /> Para tu posible respuesta ya sabes mi dirección. En cualquier lugar del mundo, en cualquier bloque de pisos baratos, en alguna de las chabolas del cerco de las ciudades, en los sótanos y en las azoteas, en las casitas adosadas, en el campo y en la playa, en el camping y en el dúplex, en los chalets señoriales, entre grandes concentraciones humanas y entre soledades místicas, tal vez, ¡no!, seguro, en los palacios, en las grandes mansiones, donde quieras que dirijas la carta, allí estaré esperando. En todos los lugares hay una mujer que espera una respuesta. Una respuesta clara, sin tópicos ni convencionalismos sociales o doctrinales. Esto no es cuestión de fe. Es un tema de muerte y malos tratos.<br /> No me defraudes ahora, cuando por una vez confío en Ti.<br /> Espero tu respuesta, confiadaMaria almeydahttp://www.blogger.com/profile/02517001411868661230noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2538456064641347161.post-87219838782865911202010-10-16T04:41:00.000-07:002010-10-16T04:46:21.911-07:00CARTA A DIOS. (Extensa misiva en tres capítulos) 2º.-<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhYQcMs3cpaUEMeyQOLtwj5QP63DbWcvQKYPnwu8CzilqXPyXTzANO-VFNKD3qXioMz_HnpXfqgv1jEnTfs-N48Z4DwPA77lKC6BsQVnIb9UVuxnUZtbyCjtksgfIqMiDGE7yDgTXPudWw/s1600/manos+rezando.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 231px; height: 219px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhYQcMs3cpaUEMeyQOLtwj5QP63DbWcvQKYPnwu8CzilqXPyXTzANO-VFNKD3qXioMz_HnpXfqgv1jEnTfs-N48Z4DwPA77lKC6BsQVnIb9UVuxnUZtbyCjtksgfIqMiDGE7yDgTXPudWw/s400/manos+rezando.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5528608847426949986" /></a><br /> Por eso te pido ayuda y por eso no puedes seguir cerrando los ojos ignorando lo que pasa. Porque tú tendrás muchos hijos, pero yo sólo tengo dos. Y muchos de tus hijos no tendrán dificultades para vivir sin ti –de hecho, muchos viven toda su vida sin saber que existes, sin echarte de menos-, pero desgraciados de los míos si yo les falto, si el patán de su padre me mata un día de estos, como tiene avisado. La verdad, Dios, es que estoy muy confundida, tengo miedo porque me siento desprotegida. Si voy a la policía, salgo con la impresión de que no me han escuchado o es que mi caso es tan frecuente que se lo conocen de memoria y hay una denuncia estándar para todos los casos. Salen disparados si se produce un atraco en la sucursal del banco de la esquina, pero ante mi denuncia permanecen impávidos y rígidos, me oyen como si estuviesen escuchando llover en la estación de las lluvias, y me dicen que vuelva si se produce un nuevo altercado.<br /> También los servicios sociales me ofrecen su ayuda, de hecho, en algunas ocasiones he utilizado sus servicios, incluso me han dejado dormir junto a mis hijos en el patio central del Ayuntamiento, en los bancos que hay para que la gente permanezca sentada en las largas esperas de sus solicitudes, pero a la mañana siguiente, cuando a mi marido se le ha pasado la borrachera y nos ha dejado entrar en la casa, todo ha vuelto a parecer normal, y es como yo digo, pan para hoy y hambre para mañana. Conozco una medida más contundente y drástica, una salida que de una vez por todas me abrirá las puertas de la libertad, pero un gran número de interrogantes me condicionan y me frenan a la hora de tomar decisiones. Nos matamos todos o espero que él nos aniquile. Sólo una de las dos soluciones será la que al final cierre el capítulo de mi vida. <br /> En última instancia acudí al párroco. Y de nuevo espero que me perdones por considerarte en último recurso, como solución final. Pero creo que en cuestiones de pareja no debes entender mucho, Tú que estás solo. Además, creo que fuiste Tú quien estableció las reglas. Bueno, lo cierto es que acudí al párroco esperando de él algo más que consuelo y me rogó muy enérgicamente que me refugiara en Ti, que sólo en Tu compañía podría encontrar la paz que buscaba. Sinceramente, creo que no me entendió. No sé qué le cuentan las mujeres en el confesionario, pero yo fui a él con la cara descubierta, abierta y libremente pidiendo consejo, una línea de acción, una salida para mí y mis hijos, pero se comprende que entre sus funciones no están las de aconsejarme algo distinto que no sea ampararme en Ti y en tu doctrina. <br />“Busca protección en Dios -me dijo-, sólo la fe en Él te dará fuerzas y ánimos para continuar”. <br />Pero es que yo no quiero continuar, Dios. Yo quiero acabar con esta situación y nadie me da la solución y esto no acabará hasta que alguien resulte muerto. Por eso recurro a Ti directamente, sin intermediarios, sin curas pusilánimes que temen tus represalias si no cumplen lo que les has mandado. Dime, ¿qué puedo hacer, Dios? No tengo recursos ni trabajo ni sé bajo qué techo meterme con mis hijos si me voy de aquélla casa. Estoy tan desesperada que no me importa parecer una niña pequeña escribiendo la carta para los Reyes Magos, con la mayor ilusión esperando una respuesta.<br /> ¿Qué hago, Dios? Si ni aún con todas las fuerzas unidas apoyando la causa –la judicial, la social y la divina-, pueden protegerme, ¿qué debo esperar? ¿He de seguir temiendo, sufriendo la amenaza constante, el insulto humillante, la agresión verbal y física, el menosprecio, tal vez la muerte?Maria almeydahttp://www.blogger.com/profile/02517001411868661230noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2538456064641347161.post-51446519414489834142010-10-15T04:05:00.000-07:002010-10-15T04:10:23.292-07:00CARTA A DIOS (Extensa misiva en tres capítulos) Iº.-<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiMsr0DaxWI1bZPIWDpy5BQyhyphenhyphenK3b7ElsqHv_egrWtHCLO9EEELdcnetz6Y-P5zIr-QI90-2H24I-E60O1D4fKS4PIe4-l5_rR2O2IZ3WFthBgy1b_eW_rTm7Q4i0LT82IuYjN_LzMPhyphenhyphen4/s1600/mano.jpg"><img style="float:right; margin:0 0 10px 10px;cursor:pointer; cursor:hand;width: 241px; height: 209px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiMsr0DaxWI1bZPIWDpy5BQyhyphenhyphenK3b7ElsqHv_egrWtHCLO9EEELdcnetz6Y-P5zIr-QI90-2H24I-E60O1D4fKS4PIe4-l5_rR2O2IZ3WFthBgy1b_eW_rTm7Q4i0LT82IuYjN_LzMPhyphenhyphen4/s400/mano.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5528228522256271266" /></a><br />¡Hola, Dios! <br /> Perdona si no es ésta la forma más correcta de dirigirme a ti, pero desconozco cuál debe ser el tratamiento adecuado para tan alta Dignidad, y espero y deseo que seas el padre bondadoso y generoso que sabrá disculpar mi atrevimiento y mi ignorancia.<br /> El motivo por el que me atrevo a distraer tu atención apartándote un instante de tu infinito letargo, es que… perdona, es que parece que no te enteras de nada, pero desde el diluvio para acá, las aguas no han vuelto nunca a su cauce. Con todos mis respetos, Señor, pero aquí están pasando cosas muy graves, cosas que parece que no tienen solución, que nos hacen dudar de tu misma influencia y de tu interés por poner al hombre al frente de tu creación. Cada día hay acontecimientos graves en todas las partes del mundo. Huracanes, terremotos, inundaciones, catástrofes horribles, un genocidio vil, una guerra cruel, aún a estas alturas hay epidemias sin erradicar, cientos y cientos de miles de muertes inocentes por hambre y desnutrición, por enfermedades que se esconden tras la apariencia de la perversión y del vicio, como si todos los hombres y todos los vicios no estuviesen contenidos en el mismo catálogo de publicidad que se distribuyó cuando creaste el mundo. En fin, y mañana será igual, en otro lugar habrá otra guerra y otro loco insensible pondrá el mundo boca abajo y hará que los niños entierren a sus muertos. Suceden cosas muy graves todos los días y en todas las partes del mundo, daños irreparables de los que Tú debes tener noticias, por mucho que disimules. Tragedias continuas que nos sobrecogen el ánimo y nos dejan indefensos y atónitos y nos hacen dudar de todo, Señor, y hasta consigue que deseemos repartirnos los daños colaterales de tus castigos divinos. Castigos que, por otra parte, nunca he podido comprender, con todos mis respetos, Señor, ni comprenderé nunca, por mucho que me esfuerce.<br /> Y sin pretender hacer ningún tipo de comparaciones, sucede otra tragedia cotidiana que no es ni más ni menos cruel y violenta que una guerra o un desastre natural temporal e inevitable. Es algo que sucede todos los días y en todas las partes del mundo que causa tantas muertes y tanto dolor como la más grande de las iniquidades, como si el mismo rufián duplicado y multiplicado hasta el infinito tuviese la capacidad de estar al mismo tiempo en todos los rincones del planeta cometiendo las mismas fechorías. En cualquier punto del globo por aislado que sea, por remoto o pobre, por moderno y cosmopolita que sea. Y paradójicamente, mientras mayor es el desarrollo de los pueblos, con más frecuencia, virulencia y crueldad se produce el suceso.<br /> Me estoy refriendo, Señor, al hecho más cotidianamente triste que sucede hoy en día. Al hecho de la violencia doméstica, de los malos tratos, la vejación, violación y asesinato de tantas mujeres. Me estoy refiriendo a la agresión efectuada por quiénes se suponen fuertes hacia los que tienen concedida por tradición la condición de débiles, por el simple hecho de ser mujer, niño o gente en general, físicamente desproporcionada a su agresor. Este hecho, Señor, es una guerra que no podemos localizar en un determinado punto del mapa. Es un genocidio que no efectúa un demente aislado que cada cierto tiempo aparece en algún lugar del mudo y cuando menos se le espera. Este hecho, Señor, se repite incesantemente, continuamente desde que el mundo es mundo y desde que a ti te dio la gana de convertirte en cómplice para justificar tu obra.Maria almeydahttp://www.blogger.com/profile/02517001411868661230noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2538456064641347161.post-19807531053857531012010-10-09T08:38:00.000-07:002010-10-09T08:40:57.363-07:00EL MIEDO<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQxQjlLAThyeurfVsQLSvsVso-xSm_q55RrbkoHE80LwUVv21xqUUL57jIxRe3_utJa9cxTZ6Wwp7om7nTxozSMFk4S0-JmpaNCDVEzBAdfstJh8EIImtVT4M0c5S_7knGNs7SCd4MY7E/s1600/FILE0348.JPG"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 300px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQxQjlLAThyeurfVsQLSvsVso-xSm_q55RrbkoHE80LwUVv21xqUUL57jIxRe3_utJa9cxTZ6Wwp7om7nTxozSMFk4S0-JmpaNCDVEzBAdfstJh8EIImtVT4M0c5S_7knGNs7SCd4MY7E/s400/FILE0348.JPG" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5526071509870694802" /></a><br /><br />No era un fantasma quien surgió entre la niebla. Partiendo de la base de que no creo en la posibilidad de que los haya, aquella presencia surgida como por encanto de la espesura blanda que apretaba los troncos de los árboles, me causaba más inquietud y miedo precisamente por esa circunstancia. No era un fantasma, los fantasmas no existen, los muertos no vienen a perturbar los sueños de nadie. Trataba de justificar aquélla presencia, trataba de hacerla creíble al menos, de entenderla bajo los parámetros de la racionalidad. El silencio chirriaba y hacía crujir las ramas secas caídas que alfombraban el suelo. No eran mis pies, yo estaba detenida mirando quietamente, sudando miedo. Mientras aquella figura surgida de la nada de la profundidad del bosque, del silencio, fue creciendo y agarrotándose a mi cerebro, aferrándose a mis nervios, distorsionando la realidad y creando un inconmensurable miedo al que ya comencé a distinguir como a un fantasma. <br /><br />xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxMaria almeydahttp://www.blogger.com/profile/02517001411868661230noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2538456064641347161.post-32792224975861616212010-10-07T06:09:00.000-07:002010-10-07T06:17:23.399-07:00NO ES OTRA COSA LA VIDA<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiIYZtDWQfZbogjfVOiCI66tCo627Lyf1_Fw21Ky6HmGpQdnbOaG3eTiV16q9KNmHWWYWNbhEaiWAD6YqQmRozwacGeJ-ejox1-u7jzZe1SqIaL6UxgpTI8YjC_SvP-5qpVWoCqi7AywnM/s1600/FILE0265.JPG"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 300px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiIYZtDWQfZbogjfVOiCI66tCo627Lyf1_Fw21Ky6HmGpQdnbOaG3eTiV16q9KNmHWWYWNbhEaiWAD6YqQmRozwacGeJ-ejox1-u7jzZe1SqIaL6UxgpTI8YjC_SvP-5qpVWoCqi7AywnM/s400/FILE0265.JPG" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5525292331617295138" /></a><br /><br />A esta hora y en el día de hoy, están pasando cerca muchas cosas. De repente el mundo ha cambiado de actividad y eso se nota cuando el silencio se ve interrumpido o cambian los ruidos a los que ya tenemos tan acostumbrados a los oídos que hemos dejado de escucharlos hace tiempo. Pasa todos los días a la misma hora, pero hoy especialmente me he detenido en ese detalle. Una mancha móvil y multicolor se acerca ruidosa por un lado de la calle y descubro en ella a los chiquillos que están saliendo de los colegios cercanos. Un grupo de albañiles detiene su faena y se sientan a la sombra, bajo los soportales de la calle, mientras van sacando bocadillos y botellas de agua y de cerveza de sus neveras portátiles azules y blancas. Por el olor que me llega es fácil adivinar que a alguien se le ha quemado el aceite en el que pensaba freír algún pescado o patatas. Imposible saber de quién se trata. La abuela Pepa pasea un perrito blanco de muchos pelos mientras le habla, le insiste en que haga sus necesidades, porque después ya no habrá remedio. La abuela Pepa, que sepamos no es abuela de nadie, pero es la abuela adoptada de toda la manzana, cuando no lleva a su perrito blanco por la calle, igual va hablando sola con su sombra, o sus espectros. Que para el caso a ella le da lo mismo. Una mujer con delantal y zapatillas de andar por casa se apresura hasta la tienda de la esquina. Seguramente olvidó comprar el pan. Cualquiera sabe a qué puede enfrentarse si no hay pan calentito en la mesa cuando llegue el marido fatigado de la obra, hambriento y deseando descargar su ira inaguantable sobre el más mínimo fallo. Aunque igual se lo inventa, y si no es por la falta de pan puede ser que el aceite se haya requemado y todo sepa a ajo frito.<br />No hay metáfora a este lado de la vida, ni posibles dobles lecturas en estas líneas sin argumentos. ¿Por qué hoy, precisamente, he venido a fijarme en que la vida sigue fiel a sus parámetros, y que eso que decimos que es la vulgaridad, la monotonía, la rutina, no es otra cosa más que la vida?Maria almeydahttp://www.blogger.com/profile/02517001411868661230noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2538456064641347161.post-52657128163477512332010-10-05T01:23:00.000-07:002010-10-05T01:29:20.962-07:00MIS LIBROS Y YO (Breve historia en tres capítulos)<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh0SbLPMF33kjZvGHvq4nEVTO8YVrcSnmNNev_XAkI5gmuWxHzaQBHsR9jdhMub1jrjDOLqAWowLY6kPoLq1nGw92NwwvDBcXJaTEgAwauLEM-RtfLNEfaWw-mX_86e5vFWSBeYgfwcNCY/s1600/libros.jpg"><img style="float:right; margin:0 0 10px 10px;cursor:pointer; cursor:hand;width: 246px; height: 205px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh0SbLPMF33kjZvGHvq4nEVTO8YVrcSnmNNev_XAkI5gmuWxHzaQBHsR9jdhMub1jrjDOLqAWowLY6kPoLq1nGw92NwwvDBcXJaTEgAwauLEM-RtfLNEfaWw-mX_86e5vFWSBeYgfwcNCY/s400/libros.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5524475785632901778" /></a><br /><br />3.-<br /><br />Con esta joya literaria metida en la mochila estuve detenida en una comisaría de Bilbao después de que la policía nos cogieran a unos cuantos que quedamos atrapados entre dos fuegos durante una manifestación contra el crimen que se iba a cometer unos días después de que se celebrara el consejo de guerra en Burgos. Aquella gente no sabía quién era León Felipe ni el contenido de la “Antología rota”. Gracias a la incultura me salvé. Este fue el libro que más veces he perdido cuando lo he prestado. <br />Más tarde llegaría la búsqueda insaciable de Rayuela. No sé por qué, pero mientras todo el mundo hablaba de ese título y de su autor, yo no conseguía tenerlo. Eso hizo sin duda que mi interés creciera y cuando al fin pude localizarlo en una librería de barrio, sobre un expositor vertical de libros de bolsillo, la emoción que sentí fue del todo indescriptible, así que lo dejo, sin intentarlo siquiera. Lo leí de corrido sin detenerme en nada, sin pretender entenderlo. Después, más lentamente, lo saboreé separando cada sabor y su contenido me hizo plantearme tantas cosas, que creo que desde entonces tuve una forma diferente de sentir y ver mi vida y mi entorno. A partir de entonces fui La Maga.<br />Por eso, por ser la maga, me atrapó cómo lo hizo desde el primer día y hasta el último aliento entre las hormigas, los cien años de soledad que nos trajo García Márquez. Ese sí ha sido el libro que más veces he leído. Pero entre aquellos tan lejanos y los últimos adquiridos en la plaza nueva, la diferencia es abismal. El número de ejemplares se multiplicó; pasé de no tener a no saber donde tenerlos; el afán se hizo casi enfermizo y crónico. Más que leer, es el gusto de tener, de saber que cuento con ellos, que están ahí, que me miran, que puedo tocarlos y amarlos, respetarlos y temerlos. A los libros se les teme también. Yo me figuro que un día me pedirán cuentas. Me preguntarán qué he aprendido, cómo los he mirado, de qué forma suplanté las personalidades de sus páginas, imité sus palabras o aprendí a sufrir con ellos. Me harán cientos de preguntas, me lo temo y lo deseo.<br />Yo les contestaré como es debido. Nunca se les ama demasiado, pero puse todo mi empeño en conseguirlo.<br /><br /><br />xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx<br />xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxMaria almeydahttp://www.blogger.com/profile/02517001411868661230noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2538456064641347161.post-70692513638277202802010-10-05T01:20:00.000-07:002010-10-05T01:21:36.659-07:00MIS LIBROS Y YO (Breve historia en tres capítulos)2.-<br /><br />No puedo hacerme una idea de las veces que he tenido ese libro en las manos o lo he estado mirando, leyendo, pasando los dedos por su lomo frágil, teniendo en cuenta que lleva en mi poder casi cincuenta años. En realidad, era en el pasado cuando más disfrutaba de los libros. La poca disponibilidad de efectivo para adquirirlos y la ausencia de una biblioteca en la que poder satisfacer la necesidad de leer o de mirarlos me lo hacían ver de forma avariciosa y disfrutar más lo poco que tenía. <br />Todavía en plena penuria económica pero fuera del pueblo, sobre la margen izquierda del río, en plena Gran vía bilbaína, bajo la enorme mole de piedra ennegrecida y sobre el duro suelo adoquinado, una pequeña librería larga y oscura, atiborrada de lomos manoseados y en todos los colores, se convertiría en el santuario desde el que lograría tocar y adorar a los dioses que venían de ultramar escondidos en fardos de contrabando. Allí me atreví a pedir un libro del que alguien me había hablado. El librero me miró de arriba abajo y me reconoció desde dentro, como si solo mi apariencia le diese confianza, y se fió de mí de la forma más asombrosa, me llevó tras él por un oscuro pasillo, descorrió unas cortinas de cuero hecha jirones y bajamos desde una trampilla disimulada entre las láminas del suelo, por una escalera de caracol hasta un sótano iluminado sólo por una bombilla desnuda y pálida. Allí, en los cajones de madera, aparentemente desordenados, empaquetados aun, se amontonaban los libros que la editorial Losada, proveedora desde la Argentina de todo el caudal de exilio español, hacía llegar por todos los medios que podía tener a su alcance. <br />El hombre, después de una ligera búsqueda dio con lo que yo le había pedido. Y de momento tuve ante mí una joya que pocos se hubiesen atrevido a soñar que verían un día y podrían tocar viviendo en España en aquéllos años duros de dictadura. “La antología rota”, de León Felipe. Es posible que ya nadie o pocos sepan de qué va, de qué se trata, quien fue León Felipe o qué escribía. En una de sus páginas dice, por ejemplo: <br />“cuando Franco, el sapo iscariote y ladrón dijo que la guerra de España era una cruzada religiosa y que dios estaba con ellos, al poeta le entraron unas ganas terribles de blasfemar”.Maria almeydahttp://www.blogger.com/profile/02517001411868661230noreply@blogger.com0